El Sábado pasado aprovechando el buen tiempo que hacía en Barcelona, quede con un amigo para dibujar por la zona de Colon, mientras buscábamos un tema para dibujar, dada la cantidad de posibilidades que la zona ofrece, nos llamo la atención unas viejas carrozas que descansan en el Paseo Marítimo para celebrar su 100 Aniversario, nos acercamos a ellas y comenzamos a dibujar.
Se trataba del Circo Raluy, una de esas joyas del mundo del espectáculo que su simple presencia debe considerarse como un acto cultural imprescindible. Este circo empieza a ser diferente por sus propias estructuras de transporte, los carromatos donde viven y viajan los artistas están historiados, son un auténtico, real y magnífico Museo del Circo. En esas maderas hay una historia del Circo.
Entrar en su mundo es entrar en otra relación espacio-tiempo. Se podría hablar de melancolía, de romanticismo, pero solo se trata del único Circo Museo que existe, con sus caravanas de madera de principios del siglo XX, al igual que esos camiones y remolques que las transportan, que no pueden superar los 30 o 40 km/h, haciendo de sus desplazamientos un autentico peregrinaje, que lo lleva a realizar cada vez rutas más cortas.
Se trataba del Circo Raluy, una de esas joyas del mundo del espectáculo que su simple presencia debe considerarse como un acto cultural imprescindible. Este circo empieza a ser diferente por sus propias estructuras de transporte, los carromatos donde viven y viajan los artistas están historiados, son un auténtico, real y magnífico Museo del Circo. En esas maderas hay una historia del Circo.
Entrar en su mundo es entrar en otra relación espacio-tiempo. Se podría hablar de melancolía, de romanticismo, pero solo se trata del único Circo Museo que existe, con sus caravanas de madera de principios del siglo XX, al igual que esos camiones y remolques que las transportan, que no pueden superar los 30 o 40 km/h, haciendo de sus desplazamientos un autentico peregrinaje, que lo lleva a realizar cada vez rutas más cortas.