miércoles, 9 de julio de 2025

Y se hizo la revolución

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Para mi, la revolución empezó con una llamada de Clara: que es que es más fácil dibujar algo bonito que dibujarte la piel. Y así empecé, dejándome la piel en el maravilloso cuaderno que nos hizo Choni. Por mi cabeza, antigas parolas d'a luenga d'o Biello Sobrarbe, no en vano, me encuentro habitando su paisaje. Arredol de yo, amigas nuevas y amigas de siempre. Chen, chen... como os ruellos d'a glera: de todas as midas, toda clase peña, que dijo Severino Pallaruelo. Viva la heterogeneidad.
Me dejo la piel bajo la memoria de Ánchel Conte. Porto a gaita, y amenazo con tañer-la. Porque la diferencia entre un terrorista y Mila con la gaita es que con el terrorista se puede negociar. Estas músicas también tienen sentido con Peña Montañesa vibrando, que se asoma a vernos y a oírnos, como otro dios que ya no ampara que diría Labordeta.

 


 

 Y sin dios que nos ampare, me acojo a la invención del trazo. Según el mito de Kora, el origen de la representación se encuentra en una mujer que dibuja la silueta de su amado para tenerle siempre. Y busco en mi silueta el mejor de los recuerdos, como con el concepto de aletheia que Miguel devuelve a mi memoria, busco mi verdad. También en la oscuridad del bosque, que no es un árbol repetido, como dijo Félix Maraña. Por suerte siempre amanece un nuevo día y seguimos en la tierra de los Fueros, Sobrarbe, Huesca. Un poco de café con Marina, Marta y Marina, quienes formamos cuarteto de las M.

 

No dejamos de reírnos, es vida y es salud, a la par que seguimos dibujando, escuchando y aprendiendo. Manchamos en forma de bitipias y dibujar un Moriello de Tou de memoria se siente todo un reto. Quizá llueva (aguarda, que pleba!) pero las nubes nos respetan, mientras Daphne trae la mayor de las sabidurías en forma de vino con una rodajina de limón. Cantamos canciones de Aragón y de León. As carreras nos miran asombradas, así como los pobladores del lugar. Partimos de excursión a lo desconocido. Hundo mis pies en Mediano, en el pantano, en búsqueda de cartografiar otra verdad nueva, una atra reyalidá que suenia con naixer. Siento el limo, piedros, pexes, mosquitos, un perro que casi me infarta, el aire me revuelve el pelo y el sol calienta mi piel, ascuito a Urumo charrrar e creigo veyer o mar en iste chicorrón lugar d'Entremón (quizá la Malvarrosa no esté tan lejos...) Meto los pies buscando habitar para así seguir dejándome la piel en cada mancha. Lengua, tradición y paisaje terminan de identificar cada rincón de esta «Cartographica Minucia».