En 1912, diez años después de la muerte del poeta Jacinto Verdaguer se convocó un concurso para proyectar un monumento a su memoria. El ganador fue el equipo del arquitecto Josep M. Pericas y el escultor Joan Borrell. De éste es la estatua de bronce de Verdaguer y las de piedra alegóricas a la poesía que hay en la base. Lluciá y Miquel Oslé son los autores de los relieves que conforman el friso que rodea al monumento, alusivos a varios poemas de Verdaguer.
dos tabernas de lavapiés
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La taberna Garibaldi, en Ave María 6, ocupa una antigua peluquería de la
que mantiene sus preciosos murales de azulejos de la fachada. Dentro es una
tab...
Hace 1 día
2 comentarios:
Precioso, ¡De libro!
Muchas gracias Clara.
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