lunes, 18 de octubre de 2010

Camino de Barcelona

En la estación ya me entraron las ganas de dibujar, pero no me dió tiempo de mucho porque tenía que imprimir el billete y esas cosas.

Subí al tren con el cuaderno abierto y los útiles en la mano. Vaya decepción cuando me siento y me doy cuenta que mi visión es nula. No hay distancia para dibujar a mi compañera de viaje, que por otro lado me mira de reojo un poco mosca al verme buscando algo para dibujar. De noche, sin paisaje, me topo de narices, nunca mejor dicho, conmigo misma y no me queda otra que aguantarme la mirada y dibujarme. Ejercicio que no practicaba desde la carrera.


Fue divertido, y se me pasaron las dos horas de viaje rapidísimo.

7 comentarios:

ManuelLorés dijo...

PERO ¿HAY ALGO EL SABADO EN ZARAGOZA?
SALUDOS DESDE HUESCA.
http://manuellores.blogspot.com/

Clara dijo...

Organizado desde aquí, no¡. Al menos que yo sepa. Algo se cuece pero sería en noviembre. Si se monta alguna historia relacionada con el cuaderno y el dibujo, aquí se pondrá la información en cuanto se sepa.
Un saludo

Marisol Covelo dijo...

Te reconocí al instante !!

margarida dijo...

Que linda estás...

Beijinhos e foi bom ver-te

amparo dijo...

¡muy gracioso! existencialista.

AnA dijo...

Pues no se como pudiste dibujar en el tren, el Alvia se movía, que iba dando bandazos...

zeta dijo...

Rosto reconhecível e olhos expressivos.