lunes, 18 de mayo de 2020

Un poco de histórico

Después de una semana sin parar de llover, hoy hace un sol vibrante (y brillante) que nos permite recuperar un poco la vitamina D. En Francia las medidas también se van relajando poco a poco y este fin de semana se ha masificado un poco mi barrio.
Yo mientras tanto he aprovechado para poner orden al archivo de cara al trabajo final de master. Tantas mudanzas pesan y tengo desubicados muchos cuadernos (sobrentiendo que están en Zaragoza en casa de mi madre) así que para el histórico hay grandes lagunas.


A partir de 2015, poco antes de empezar Bellas Artes, empecé a escanear todos los cuadernos que realizaba para posibles futuros usos. Gran parte de ellos acabaron en la red, siempre visibles y a mano, y otras cosas en discos duros, lo cual me está facilitando mucho la vida.

¿Y todo este rollo a que viene? Pues que ya que he desempolvado voy a colocar algo por aquí.

En 2014 nos fuimos de excursión mi amigo Alex y yo a Riglos, a echar el día. Recuerdo que quisimos ir a San Sebastian pero no encontramos alojamiento y estuvimos en la Estación Goya mirando horarios a ver donde podíamos ir.
Jorge Arranz nos enseñó a dibujar desde y para el tren. En 2015 estuve en Asturias aplicando sus teorías de en-tren-amiento desde las líneas de Feve.

Gonzalo Borrás en una bonita conferencia en 2016 sobre techumbres medievales pintadas, además dedicó los apuntes. Nos dejó el año pasado pero yo siempre le llevaré en mi cuaderno y en mi recuerdo.

Para ir al Arundo Donax en 2017 hice la ruta más rara que conocía:me fui a Daroca en autobus donde comí con Juan Cruz y Jaime, quienes también me recogieron y continuamos ruta. A Jaime le regaló una boina escondida en una caja de pizza.



También en La Puebla de Hijar es la rompida de la hora. Ese mismo año la pude dibujar desde el balcón del ayuntamiento. El edificio central fue derribado al año siguiente para ampliar la plaza.
Morella en 2017, donde siempre tendré un bonito puñado de buenos recuerdos.
La Parra, mi bar favorito de Teruel, en 2018.
El Saia, mi bar favorito de Hendaia, en 2018 también.
La estación de Les Deux Jumeaux, que cae cerca de mi casa, en 2018, en uno de los dibujos para el TFG. Desde casa oigo los trenes pasar.

La plaza de las armas de Hondarribi en 2019, también para el TFG, un clásico dibujado y redibujado.


Los destellos del faro de Higuer desde Hendaia. Dos pulsaciones de diez.


Mi último viaje en tren, el viernes anterior a que cerrasen la universidad. Fui a pasar un entretenido fin de semana sin pensar que luego tocaría marchar para confinarse. 

2 comentarios:

PepaTorres dijo...

Me encanta,Mila no se dónde andas ahora. Pero me parece una estupenda crónica de una vida. O de una vivencia. Espero sigas contándonos.(+_+)

Mila Dolz dijo...

Estoy en Hendaya, el primer pueblo de Francia en la frontera de País Vasco. Gracias por tus palabras, Pepa, eres la mejor! mucho ánimo y muchos abrazos libres de virus.