Estimado o estimada cuadernista:
Gracias por tu interés por la “Cartographica Minucia”, mi taller durante el XV Curso De Vuelta Con el Cuaderno en Morillo de Tou, un taller que ofrecí como prêt-à-porter pues el ámbito ideal, y que ahora te hago extensivo, es su práctica en silencio, en soledad o bien acompañada, mejor con niños, en un pequeño remanso de arroyo o río, preferentemente con un curso de agua corriente, no estancada. Debe hacerse durante el tiempo necesario para que Madre Natura te muestre su aceptación al lugar con sus criaturas; créeme, sabrás cuando ha llegado ese momento.
En el prólogo de su libro “En un metro de bosque”, George David Haskell, equipara dos prácticas en un monasterio budista de Nepal: la de los monjes componiendo un intrincado mandala de arenas de color y la de los estudiantes norteamericanos, a quienes llevaban al bosque con un aro que arrojar al suelo para meditar concentrados en su interior. Mi taller promueve algo parecido, la atención a la minucia, a lo pequeño, a un “aro” imaginario que acote tu mirada hacia abajo en apenas un metro cuadrado, o un par de ellos, de lámina de agua y suelo, de piedras, palos, juncos, tocones, raíces o cuanto abarque esa observación de lo ínfimo.
El desplegable del taller es un formato A3 plegado en octavo (enlace abajo) que contiene un papel auxiliar, fase 0 de la práctica (enlace abajo). Las instrucciones básicas están contenidas en cada descripción numerada y tienden a crear una imagen similar a ésta, también contenida en el desplegable:
Las notas que tomes en el papel auxiliar (fase 0) mientras dibujas o pintas tu “mapa” (fase 2) servirán para que en la fase 3 (leyenda) se unan a la terminología cartográfica, de tal modo que, ese insecto acuático que se estuvo paseando ante tu mirada tenga cabida en el mapa dibujado pero también escrito de tu experiencia, quizá como “ensenada del zapatero” o “camino del patinador de agua”… La realidad no es sólo lo observado, es también lo evocado, lo sugerido, lo sentido. Lo imaginado.
¡Feliz expedición a lo pequeño! ¡Que la atención a la minucia te ensanche el alma!
Alfredo Ugarte, URUMO