Este verano no podía pedir mucho, de hecho, había descartado poder escaparme. Me robaron el mes de julio, anulé vacaciones y cuando ya has asumido la realidad, me regalan una semana para disfrutar.
Y pedí lo mínimo, no fuera a ser:
1. Bañarme en el Atlántico.
2. Tomarme un albariño con vistas a la Ría de Arousa y
para acompañar, una de zamburiñas y nécoras (camarones no, porque ya soy alérgica).
3 comentarios:
Se percibe tu bienestar en tus dibujos sensibles, amables y geniales!!! Gracias por compartir.
Esther
( no me gusta el anonimato, y de momento no quiero compartir la cuenta de google
Así es, un regalo maravilloso, cómo tus dibujos.
Hermosos.
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