La única nieta de mi madre, ha querido hacer con ella, las rosquillas típicas que la abuela hace cada año para celebrar el Pilar con familia y amigos.
La felicidad de la abuela, ya bisabuela, trasmitiendo su saber sencillo, y el cariño de la nieta acompañándola, me ha emocionado y recordado esta frase que leí en alguna ocasión:
"La tradición no es la adoración de las cenizas, sino la trasmisión del fuego".
Jota:
Cuando paso por la Virgen
Siempre le rezo una Salve
De rodillas en la reja
Como me enseñó mi madre
1 comentario:
Buen dibujo y buenas tradiciones. Es importante traspasarlas, igual que el fuego, aunque sea versión cerillas o mechero ahí está. Gracias mañica, bien se ve que estás de tu tierra enamorada. Bss
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