¡No!. Hoy no subo ningún dibujo. No sé si me quitaréis algún punto en mi carnet de "dibujante", pero me apetecía compartir con vosotros una reflexión encontrada en el libro de Julia Cameron, -"El camino del artista"-, en el que se habla sobre el "Perfeccionismo". Ahí va:
-
El perfeccionismo no tiene nada que ver con acertar. No tiene nada que ver con arreglar cosas. No tiene nada que ver con el criterio. El perfeccionismo es la negativa a dejarte avanzar. Es un bucle, un sistema obsesivo, debilitante que provoca que te atasques en los detalles de lo que estás escribiendo o pintando, y que pierdas de vista el todo.
-
En lugar de crear libremente y de permitir que los errores se revelen solos más adelante, en forma de hallazgos, muchas veces nos liamos queriendo acertar con los detalles. Corregimos nuestra originalidad para convertirla en una uniformidad que carece de pasión y de espontaneidad.
-
El perfeccionismo arregla un poema verso a verso una y otra vez, hasta que ningún verso funciona. El perfeccionista repasa la línea de la barbilla de su retrato hasta rasgar el papel. El perfeccionista escribe tantas versiones de la escena uno que nunca llega al resto de la obra. El perfeccionista escribe, pinta, crea con un ojo puesto en su público. En lugar de disfrutar del proceso, el perfeccionista pone nota constantemente a los resultados.
El perfeccionista nunca está satisfecho. El perfeccionista nunca dice, "esto no está nada mal. Creo que voy a seguir a ver qué pasa". Para el perfeccionista siempre hay lugar para mejorar. Llama a esto humildad pero, en realidad, se trata de egolatría. Es el orgullo lo que nos lleva a querer escribir un guión perfecto, pintar un cuadro perfecto.
-
El perfeccionismo no es una búsqueda de lo mejor. Es la persecución de lo peor de nosotros mismos, esa parte que nos dice que nada de lo que hagamos será nunca lo bastante bueno, que deberíamos intentarlo otra vez.
-
"Un cuadro nunca está terminado. Sencillamente se detiene en lugares interesantes". "Un libro nunca está terminado, pero llegado un cierto punto dejas de escribir y pasas a lo siguiente. Una película nunca está perfectamente montada, pero llegado un cierto punto lo dejas estar y dices "ya". Es un aspecto normal de la creatividad: dejarlo estar.
-
Y yo, haciendo uso de ese aspecto normal de la creatividad, os dejo estar diciendoos que ¡viva la imperfección!
Buena Cortesía