lunes, 13 de diciembre de 2010

El cuaderno, siempre el cuaderno.



Siempre llevo un cuaderno por lo que pudiera pasar. Así fue que el otro día me encontré en la sala de espera de urgencias del hospital Clínico de Madrid. Fueron cuatro horas salvadas gracias al cuaderno. Uno piensa, qué suerte la del dibujante que le saca partido a cualquier situación.

7 comentarios:

clara dijo...

Espero que nada grave, para nosotros un placer que tengas esa buena constumbre. A mí se me quedó el gesto de cuando mis hijas eran pequeñas, en esas circunstancias acompañada de niños es como sacarte a los payasos del bolsillo. En tu caso te sacas al mago.

amparo dijo...

Pues yo creía que era en el cine. Más o menos parecido.....

Inma Serrano dijo...

Yo hoy he estado media hora de espera en el oculista... Y me dejo la cartera en el coche! Qué oportunidad más desaprovechada...

Pedro Escartín dijo...

OYE..y no se acerca la gente a ver que dibujas.Porque yo lo hice en una ocasion,en el hospital acompañando a mi padre (q.e.p.d.) y tuve que enseñarlo varias veces.menos mal que me salio bien..
Un saludo

arranz dijo...

Nada grave, solo acompañaba a un familiar que llevaba horas y horas esperando noticias de un amigo común.
Pues , Pedro, en este caso al estar en la última fila nadie se percató de que le estaba dibujando, hay veces que escoger el lugar adecuado para dibujar es la clave para trabajar a gusto.

Swasky dijo...

Menos mal que fue nada grave y que suerte que llevaras siempre ese cuaderno encima de tí.

Javier de Blas dijo...

Nuestro cuaderno salvador! Es como el breviario de los curas. ¿Os acordáis que siempre estaban con él?
Unos dibujos con la frescura y la gracia de siempre, Jorge. (Tienes el cielo asegurado :)