Una mañana de sábado en que lucía el sol y tenía ganas de dibujar , fui hasta el parque Grande y en el jardín botánico encontré este maravilloso ciprés de Arizona, además de monumental y precioso con un color entre amarillo y rojizo y refugio de varios pájaros, no sabía muy bien si eran aves frías o lo qué llamamos comúnmente picarazas.
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