Sin dejarme intimidar por vuestras exposiciones, muestro este dibujo, a la vuelta del estimulante curso en Tarazona. Me pasa todos los años que vuelvo con ganas de seguir dibujando. Me fui a dar un paseo sin rumbo, a ver si encontraba algo interesante que dibujar, llovisnea, seguí paseándo y llegué a la antigua cárcel de Torrero, un pabellón que está todavía en pié, me senté en la zona ajardinada que han hecho allí, entre lluvia y lluvia, me tuve que quitar tres veces, conseguí hacer esto.
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