lunes, 9 de abril de 2012

Bartolomé Esteban Murillo


Parece que me tengo que desquitar de estos días que no he dado señales de vida por aquí, pero es que no quiero dejar de recomendaros una estupenda exposición en Santander que he tenido la suerte de poder visitar estos días.
Una joya, mejor dicho, muchas joyas reunidas en una misma sala. 45 dibujos del genial pintor barroco: Bartolomé Esteban Murillo. Siempre he destacado su colorido, su pincelada de masa vaporosa, su delicadeza, y no me entusiasman las temáticas, pero claro está que entiendo que Murillo es hijo de su época. No recordaba más dibujo de él que uno que llegué a ver en el Museo del Prado; o quizá alguno más, pero cuando ves varios y ves que esa soltura, esa frescura, ese dibujo de gimnasio y estudio, de trabajo y trabajo personal y callado, es sincera y continua...¡Ay!, ¡Qué gusto!. Siento que sus trabajos -guardando las distancias y el respeto- están muy cercanos a nuestros trazos intuitivos, personales, sin más vocación que dibujar por dibujar. Acostumbrada al dibujo "más formal", más de línea y cercano a la "manera del grabado", Murillo llama la atención por su "deshacerse", "picotear": su mancha, su aguada, su deshacer la línea, su perfecta composición, su sensibilidad, su "colorido" monócromo en busca de la luz.


Como véis me ha gustado muchísimo, y creo que es de obligada visita para el que lo tenga al alcance.
¡No os la perdáis!

No me gusta agradecer nada a los bancos, pero en este caso -mal que me pese-, es una suerte y es de agradecer que la Fundación Botín esté en el empeño de destacar el papel del dibujo en los Grandes Maestros de la Pintura Española.

3 comentarios:

Juan María dijo...

a veces tenemos a la gente encasillada, y ahí estan...sorprendiendonos

amparo dijo...

No es santo de mi devoción.

Inma Serrano dijo...

La maestría de ese dibujo se le nota en la pintura. Los niños de sus cuadros son los más bonitos del barroco. Yo sí soy partidaria de este señor. Tiene un saber hacer con el pincel y la veladura como pocos. Si venís a Sevilla, os recomiendo que os acerqueis a verlo en directo en el museo. Y lo sacareis del encasillamiento...