domingo, 24 de enero de 2010

La acuarela de Plata

Acabo de salir del Plata. Confieso que cuando se reabrió yo –que lo había conocido con la sesión de tarde envuelta en humo y los abuelos rascándose la boina entre frases picantes- era reacia a asistir al espectáculo segura de que, como tantas veces, se habrían cargado un espacio que mi memoria guardaba en un lugar privilegiado. El primer día que, por fin, unos amigos consiguieron llevarme a regañadientes, salí del Plata perpleja y contenta de haberme equivocado porque no sólo me parecía que el lugar conservaba la personalidad del café-cantante original, sino que había mejorado ofreciendo un espectáculo a tono con el tiempo, bien pensado, cuidado, equilibrado, innovador y muy entretenido… A partir de ese momento, el Plata me parece un seguro de éxito cada vez que alguien me visita.

Cuando Enrique Flores presentó en Zaragoza Cuba, su cuaderno de viaje transformado ya en libro, un grupo de militantes cuadernistas encontramos el pretexto perfecto para repetir sesión de Plata. Naturalmente Enrique no pudo evitar echar mano de sus armas de caza del instante y se llevó al papel espejos, columnas, mesas, sillas, clientes y varios momentos estelares que ya brillaron hace semanas en el blog.

Hoy he jugado a la paloma mensajera -los dibujos de Flores en el pico- y he volado hasta el Plata con Jordi, Daniela, Mariángeles y Choni. Aunque no sea tan determinante como desvelar en una novela policiaca quién es el asesino, no quiero desvelar el contenido de los números. Sólo diré que Anita es dinamita, que la puesta en escena de Nacho va sobre ruedas, que Julio homenajea la inicial de su nombre, que Mariana es una muñequita y su cintura un aro, que Vicky -con más energía que Baudelaire en el poema de “Las multitudes”- abraza todas las profesiones, que Fátima es una página de Las mil y una noches, que Meritxell nos hace caminar con sus botas y que Jesús, Joel y Alberto le dan la vuelta al Moulin Rouge.

Que todas y todos los artistas son impresionantes, ya lo sabía. Lo que ignoraba es que su categoría como artistas se situaba en el mismo lugar de la balanza que su categoría humana. Y es que no os podéis imaginar cómo han recibido los dibujos de Enrique y cómo nos han recibido a nosotros, palomas mensajeras. Gracias a todos, a todas ellas. Gracias a Joaquina, gerente del Plata, a quien también hemos conocido esta tarde, por su amabilidad y su buena gestión. El espectáculo no decepciona nunca. Y si en el magnífico resultado del conjunto tiene algo que ver Bigas Luna –que si no me equivoco se ocupa o se ha ocupado de la dirección artística- pues gracias también a él. Y, desde luego, gracias a Enrique Flores por convertir en Plata la acuarela.

En la fotografía, Meritxell se muestra a sí misma en un dibujo realizado por Enrique Flores

11 comentarios:

Toño dijo...

Que bueno!! Y qué ganas de volver al Plata...!! Para dibujar!! Oye! Nos tenemos que poner en contacto para cuando os dejéis caer por aquí, no? En mi casa se puede hacer sitio, pero manifestaros!! Tengo un problema para el 30 porque tengo guardia, siempre me ocurren estas cosas!

clara dijo...

Gracias a la paloma mensajera: a su pico, a su pluma, a sus vuelos. Gracias¡. Por comisariar nuestros intereses. ¡como nos cuidas!.
Perdón por no haber estado.
Y aunque ahora ya no sé si te lo vas a creer, cuenta conmigo. Cuando quieras-podamos. organizamos una de lápices y papel.


¡Toño!, ¿No nos veremos, ni un poquito?. El día es muy largo. Si hace falta quemamos algún cuaderno y te vienes con el camión, y lo dibujamos.

Helena dijo...

Clara, con el montón de entradas que nos has conseguido con el detector de cuadernos virtuales (ahora me voy de excursión y no tengo tiempo de curiosearlas, lo haré después) ya sabes que estás absuelta por haberte perdido la sesión de Plata.

Toño, qué mala pata que tengas guardia... Cuando vuelva del Moncayo esta noche te mando un correo para ver cómo tienes el resto del tiempo, porque esta vez no te libras de una caña...

Xuan Martínez dijo...

El Plata debe ser oro, aunque no lo conozco. La idea de Clara para tener a Toño me parece una genialidad. Quemar un cauderno para que el dibujante-bombero-dibujante venga con el lápiz y el extintor o incluso la manguera si se tercia. Aunque también se puede apagar el fuego con cerveza.

4ojos dijo...

Qué buen rollo. Por cosas así es por lo que dibujamos ¿no?

Anónimo dijo...

Tenho que ir até Zaragoza.

Galeota

choni dijo...

que genial eres mendruga-Helena... has transmitido sin duda lo que vivimos el sábado en el Plata!!!!!!
Y sin duda es totalmente cierto que se alegraron un montón de ver lo dibujos y de verse en lo dibujos.
Incluso un señor del público se reconoció en el dibujo.... que razón tiene Enrique... es una de las maravillas y de magia que tiene el "dibujárselo encima"

Rubén dijo...

Que bueno ha sido el haberos conocido...

lapin dijo...

suerte ;)

Unknown dijo...

Muchas gracias por estar allí. Es una sensación genial el pensar que una mano está atenta al escenario y a un cuaderno a la vez, que alguien es capaz de plasmar todo el colorido de una actuación en un papel, es genial!!!!
Y sobre todo es genial que nos veais con esos ojos, unos los de reir, y otros los de pintar...
Mil besos y os esperamos SIEMPRE!!!

clara dijo...

Los dibujantes siempre nos hemos llevado muy bien con el ..."cabarert?": Espectáculo de música, color, movimiento...Arte, protagonizado por personas. Un placer dibujar en ese ambiente estimulante. Además en vuestro caso, transmitís una muy buena sintonía entre vosotros que contagíais.