Veo por el blog y demás redes sociales que estamos en temporada alta de dibujo con modelo. Yo en los últimos años de pintura con modelo en la carrera pasé sin pena ni gloria y, aunque no dejó de ser divertido y didáctico, ahora que estoy haciendo un master veo las nuevas posibilidades del trabajo con modelo más allá de la mímesis. Por contra, siempre nos quedará la espinita del cazador cazado, esa rama de la cuadernitis que nos lía a dibujar al o la dibujante dibujando, como en un trabalenguas visual donde relegamos lo importante a segundo plano.
El cuadernismo tiene esa posibilidad de cazar la experiencia momentánea, esa que desaparece cuando menos te lo esperas, esa ocurrida individualmente o en grupo. Queda cazada y pervive, soporta el tiempo (o quizá no), pero a veces aparece y nos recuerda el gintonic en Alhama de Aragón, el mercado en Barbastro o el concierto en Sallent.
La captura del momento que se nos escapa. No olvidéis armaros bien antes de salir de batida cuadernista.
2 comentarios:
Maravillosa y nostálgica reflexión acerca del dibujo y del dibujar. Alma de poeta y de artista, que vuele. Tus alas te son propias.
Son razonamientos que están surgiendo al hilo del trabajo final de master. Seguiremos aportando e intentando crear debate. Gracias, reina.
Publicar un comentario