Estos son los dibujos que hice el 4 de Junio cuando acudí a una Cata de Mercado de productos de Pastelería Tolosana, Trenzarte.(¡Esas super trenzas que nos acompañan en los cursos!, sí este año también nos endulzarán).
Como siempre cualquier experiencia es bienvenida, más si es tan reconfortante. No sólo por el producto y lo bien que nos tratan, sino por las sinergias que se crean en este tipo de actividades entre la gente, el producto y el dibujo. Aunque es difícil estar a todo: dibujar, saborear, rellenar fichas....No deja de ser un placer saborear tanto arte pastelero. Presentado por los responsables te acerca más al producto y de alguna manera te vincula a él. Puedo decir que también me "alertó" acerca de cómo miro un escaparate de una pastelería y lo que realmente tengo delante: sabor, trabajo, dedicación... Como dibujante para mí la imagen es lo primero, pero resulta que no. Mis códigos cromáticos me engañan (me imagino que a los demás también), los rojos no son tan dulces, ni el aspecto "pálido" de la masa de pan tiene que no serlo. El sabor es el que tiene la última palabra. Lo mejor es probarlo y dibujarlo.
Estos días, además de digerir los pasteles con los que nos obsequiaron, digerí mi percepción y la fusión de sentidos a la hora de dibujar. Ya lo trabajamos en el Curso de "dibujo con gusto", pero ahí estamos. De vuelta con el tema y con el cuaderno al lado.
Desde aquí, mi agradecimiento a todo el equipo de Trenzarte por el apoyo a De vuelta con el cuaderno. Esfuerzo que reconocemos y saboreamos.
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