Hoy en Zaragoza ha salido un día estupendo, de primavera no, mejor. Tenía tantas cosas que hacer que no sabía por dónde empezar. Sabía que a las 11h. algunos de mis compañeros de De vuelta con el cuaderno habían quedado para seguir dibujando tiendas del Gancho. El domingo pasado el frío nos lo puso difícil para dar con todas, al menos con las del grupo que nos había tocado. A mí el 2.
LLegaba tarde a la cita y había que decidir: ¿busco al personal o me dirijo a alguna de las tiendas que me faltan de mi circuito?. He optado por la segunda opción y ahí me he encontrado a Pilar Silvestre, que con ese establecimiento acababa los deberes. Muy bien hechos, por cierto.
En el espacio de Kosturicas, "Una oca loca" ha sido como entrar en un espacio mágico que invitaba a curiosear. Ver, tocar y dibujar todo. Su dueña, Pilar Mesones y su pareja me han recibido con los brazos abiertos ofreciéndome un té, silla,...lo que quisiese. Me he conformado con una exquisita conversación y un ratico de "chicha": cercanía, sensibilidad, afecto y sinceridad. Ahí hemos estado las tres de charlica animada por el canto de "las Nancy´s Griegas, las Ninfas" revoloteando en su jaula.
¡Qué cosa es el mundo de las telas, de los cosidos, de los bordados!. De las telas admiradas, las deseadas, las vividas y las recordadas. El ratico ha sido un ir y venir del hoy, al ayer y al mañana. De verse sorprendida con recuerdos evocados al encontrarse entre costuras y sus aperos.
Una Oca Loca; Kosturicas recupera el oficio del sastre, de la costurera, pero recupera también el sentido de aprovechar los materiales, de dar vida y segundas oportunidades a telas que nos han acompañado a nosotros o a nuestros seres queridos. O simplemente nos gustan y queremos hacernos con ellas. Pero Pilar no sólo arregla o recicla, también vende moda y como establecimiento que va más allá, enseña, imparte cursos.
Mientras dibujaba, me sentía entre telas como en "casa", mejor dicho, "como en casa de mi abuela" y le he dado vueltas al sentido del vestir, de las modas. De la necesidad de "arroparnos" con tejidos que nos decoran, disfrazan o nos dan identidad. Veía a Pilar diseñando y haciendo un chaleco para una clienta con unas corbatas preciosas de su padre fallecido, y sentía el cariño con que las hilvanaba. A la memoria me venían tantos tejidos que representaban a mis padres, a mis abuelos, a mi infancia ... y me ha reconfortado ver que hoy llevaba un jersey, heredado; hace más de 30 años . Creo que fue la primera compra de mi hermana en Zara cuando inauguró por primera vez en Zaragoza. Jersey que me acompañó en mis años de estudiante en Madrid, luego en la casa del pueblo. De ahí mis hijas lo regresaron a casa y hace un año o así lo desempolvé y retomé la costumbre de ponérmelo de vez en cuando porque me gusta mucho, me siento cómoda y nadie puede pensar que tiene casi 40 años. Me he sentido hasta bien conmigo por no haberlo tirado, por llevar encima un cachito de mi pasado y por no ser derrochadora. Sirva para hablar de la obligación de no malgastar materiales y concienciarnos: ¡ debemos de consumir responsablemente!. Y lo que valga y no queramos: para dar, o para Kosturicas que le de mejor vida.
¡Nunca para tirar!.
2 comentarios:
Menudo relato, hoy no he podido bajar, pero mis deberes van progresando adecuadamente. FELICIADES para todos.
Clara cada vez me gusta mas como escribes...¿No has notado esa mejora a la hora de relatar cualquier cosa....y no digamos los dibujos como plasmas todo
,,,,pero esta otra faceta es tremendo.....
Publicar un comentario