Nada que ver con Pratt y Manara, y tampoco con Norte América, donde así llaman a lo que nosotros conocemos como el "veranillo de San Martín".
PARA HACER EL INDIO.
Estío irreverente, festivo, ridículo y lúdico.
Tiempo de aventura y prueba, pequeño formato, A6, papel kraft y collage:
Viejas fotos familiares que regresan a Mundaka para salir de un cajón... ¿y ver mundo?
No. Ya no hay madera... Homenaje a Anjel Gondra, Kepa Ormaetxea
y ¡también a José Benantxi Bilbao! ¡cuántos años sin verte, lagun!
Papeles viejos de libros desencuadernados, incompletos... ¿por qué los guardo?
"The talisman" por Walter Scott, de mi bisabuela inglesa, un diccionario de latín y apuntes de paleografía visigoda de mi abuelo mundakés, sellos de correos que no clasificaré jamás...
Mi abuelo, José Gondra (abajo a la izquierda), pertenecía a una generación que ERA paisaje: con una caña de pescar, con un caballete y un lienzo, con una guitarra, con un libro, siempre por los rincones de Mundaka.
Formaban parte, en realidad, de una orden secreta: Tramoyistas de la Costa...
InTROBOsque (II).
Mi abuela, Maruja Urquiza, la que me sembró de amor por los libros.
Voy dibujando y me salen homenajes...
Para María Jesus Campos Carrasco, de memoria, desde otro mar, pero con todo cariño por llevarme a ver la Aeonium, endémica y única como ella.
Para Antonio Maestro Magaz, ¡salvas por el sueño cumplido!
El Juan Sebastián Elcano, a finales de los 50, en una vieja postal familiar que lleva en el envés un sello de Fuenterrabía, hoy Hondarribia.
Enhorabuena, amigo.
Ízaro: La Isla Esdrújula (para las generaciones de "Films"). Las Islas Esdrújulas no son propiedad de nadie: abundan en leyendas y mentiras, las visita Drake en lugar de los hugonotes franceses y ocultan váparas, refugio y nido de agiliscosos limazones, borogobios y momios murgiflantes... (Asalto por babor al poema de Lewis Carroll “Jabberwocky” traducido como el “Galimatazo”).
ANDRAMARI.
Papel plegado,
papel plegaria.
(En el día de autos).
El Artza de Mundaka, laboratorio náutico creativo.
Esperando al Nautilus, me encontré con Rober Garay
¡grande!
NAONIMIA.
No encuentro en castellano, pero sí en gallego,
la disciplina del nombrar embarcaciones.
¿Por qué hay un colibrí náhuatl en Mundaka?....
Y la mar cantábrica juega silbando sus cartas y erosiona, esculpe y modela el interior de la torre mundakesa en femenino: haciéndola de caracola, escalera de caracola...
Con la inestimable colaboración a la toponimia ¡del señor de la toalla de al lado!
Viajar en familia, atendiendo hijos adolescentes.
"Hay otros mundos, pero están en éste" dijo un satélite chófer, guía y silencioso acomodador.
"No molestar, por favor" contestaron los mundos sin levantar la vista de la pantalla ni quitarse los auriculares.
Emocionarse, viejo indio tonto, porque aúllan tres lobos árticos...
O quedarse atrás para que el grupo turístico no vea que lloras, kársticamente, por la belleza del submundo en la cueva del Soplao.
"Marcelina Lecue"
"Siempre Eder"
"Jaungoikoa Colindres"
"Druida tercero".
Feliz por estos puertos;
mestizo que soy...
Celebrar rojigualdas a popa, en los puertos cántabros,
sin complejos y sobre el timón,
ya gire a babor o a estribor.
Amanece Bárcena Mayor.
Apuntes gayucos en el hogar de los chamarugos.
Hijos, yo estudiaba Santander, el puerto de mar de Castilla la Vieja... y era hermoso,
ya era hermoso ¡tan verde!
Pintado a la anilina,
qué mapa entrañable.