Voy a ir subiendo los dibujos de mi viaje por capítulos y empiezo con un apunte rápido de la ciudad de Colonia de Sacramento en Uruguay vista desde el barco en el que atravesamos el inmenso Río de la Plata. Como no he llegado a darle color tengo que contar que una de las cosas que sorprende es el color del agua que no es azul sino entre gris y marrón, ya que, a pesar de sus dimensiones enormes, el Río de la Plata es un río de verdad, de agua dulce cargada de limos.
Una de las curiosidades de Baires es la cantidad de paseadores de perros que se ven, generalmente en los barrios mas acomodados. En algunos parques se juntan grupos de paseadores y montones de perros. Los perros son todos de razas selectas y , muy bien educados como corresponde y, aunque estén sueltos, los paseadores los controlan perfectamente.
Un café de Baires donde descansamos un rato. La etiqueta es de unos alfajores que, dicen, son los mejores. Los alfajores y el dulce de leche son típicos de Argentina y, aunque sean demasiado dulces para mi gusto, la verdad es que están buenos.