Después de dos días
en Corfu Town, Triviño y yo visitamos el monasterio
de Skriperó, donde
mi amigo el padre Arsenios, que conocí en Monte
Athos (allí se
llamaba Serafim) es el Abad. Toda la belleza de Corfú (o casi) se ve
desde allí mismo.
Después de dos días
en Corfu Town, visitamos el monasterio de Skriperó, donde mi amigo
el padre Arsenios, es el abad. Le conocí en Monte
Athos en 2011 (allí
se llamaba Serafim), en un periplo de 4 meses por la costa norte del
Mediterráneo, que compartí en mi blog Desde
la Bañera.
El monasterio está hacia
la mitad del monte Korakiou, a 18km de Corfu Town. Toda la belleza de
la isla (o casi) se ve desde allí mismo.
Triviño vuelve a Corfu
Town y Arsenios me lleva a un par de pueblos en la cumbre del monte,
Zygos y Sokraki, donde oficia de párroco. La misa en Zygos dura tres
horas, lo normal en ellos según veo. Pero me siento con libertad
para dibujar a la gente que asiste. Desde Sokraki se divisa hasta
Corfu Town y el mar. Precioso, pero me conformo con hacer un apunte
del bar local en el que acabamos tomando el aperitivo. Luego volvemos
a Zygos, donde parroquianos amigos de Arsenios, nos invitan a comer.
¡Y han preparado paella de primero! El corazón se me derrite. Después,
riquísimos platos suyos, jamás de los jamases escasos. Gustoso,
retrato a Vasilious, hijo de nuestros anfitriones en la comida, que
va con frecuencia a ayudar al abad. También vuelvo a retratar a
Arsenios. Es una gran persona, con una enorme capacidad de trabajo.
En cinco años ha recuperado gran parte del monasterio, que asumió
en ruinas al volver de Monte Athos, donde vivió más de treinta
años.
Vista desde el monasterio
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Iglesia de Zygos.
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Arsenios oficiando misa. Cantores y otros feligreses.
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Aperitivo en Sokraki
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Arsenios hablando tras la misa. Oficiando en el monasterio. Vasilys.
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Retratos de Arsenios en su taller de Monte Athos en 2011 y ahora, en 2018, de párroco. |
3 comentarios:
! Qué gozada de viaje y de dibujos !. Qué bien reflejas todo, tu experiencia, lo material y lo humano. Gracias por compartir.
Preciosos, unos dibujos espléndidos, un gustazo.
Cuanto bueno hay por esas tierras para plasmarlo, bueno todo menos las capillitas de las curvas en las carreteras...
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