Entre el 15 y el
26.10.2018, Javier Triviño y yo estamos de viaje por Corfú. “Esto
es otra red para cazar turistas”; así
lo pensamos, asustados, la primera mañana que, como es lógico, la
inercia nos conduce a esas calles repletas de lo que los de fuera
creemos que debe ser el tipismo local. Pero el agua sedosa de
nuestros baños mañaneros, las sosegadas siestas y las cenas en
tabernas, de verdad locales, nos van haciendo cambiar de opinión.
El Mikro Café tiene algo
que lo hace familiar. Se extiende por dos calles y tres alturas,
acabando en un acogedor jardín-terraza. En cierta manera y aún con
su estilo muy urbano, es como esos bares de pueblo, con terraza, en
los que el espacio no es problema.
Un día nos acercamos a la
ermita de Kannoni. La que, inevitablemente aparece en todas las fotos
y que casi toca el avión al tomar tierra. Otro día a Faliraki.
Triviño baja a bañarse y yo me quedo dibujando la bellísima bahía.
Luego, también me baño.
Vivimos a 30m. del mar y
cuando volvemos cada atardecer, el panorama es el aperitivo previo
nuestra cena de taberna.
El Museo de Arte Asiático
tiene piezas preciosas. Dicen aquí, que es el más completo del
mundo..
2 comentarios:
Tú, el Mediterráneo y el viajar os lleváis tan bien, como en tus dibujos tus lápices, tus acuarelas y tu papel. Al leerte, veo tus dibujos y tu voz me recita tus palabras. Es agradable, casi como viajar un poquito contigo. Gracias, desde mi retiro es una ola que llega a mojarme los pies.
Clara, tú siempre estás ahí y eso me hace sentirme muy bien. ¡Un abrazo!
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