Al rellenar mi botella de agua
para las acuarelas en este imponente trozo de Castilla, que fue durante siglos Tierra
de Frontera, me acordé de otros lugares en los que la llené antes.
Me gusta pensar que, aunque la
lleno de nuevo, permanece en la botella el agua que estuvo antes; al menos una gota que se va diluyendo en el agua nueva, una vez tras otra, como una fórmula
homeopática. Y que así, a través de la memoria del agua, volveré un día a tener
presentes, en otros lugares, esta Semana Santa de Sigüenza, los castillos de
Torija y Pelegrina o la plaza de Atienza.
Un fuerte abrazo
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Procesión del Santo Entierro-Sigüenza |
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Calle Mayor-Sigüenza |
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Castillo de Pelegrina |
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Castillo de Torija |
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Plaza de España-Atienza |
4 comentarios:
Kepa, muy bonitos los dibujos. Dibujo a dibujo va quedando el poso, por supuesto que se nota y permanecen los anteriores en los nuevos trazos. Se hace camino al dibujar.
Me encantan esos dibujos aparentemente sencillos, y digo aparentemente, porque son capaces de explicar todo en unos cuantos trazos y notas de color.
Saludos.
Muchas gracias, Clara y Juan
Muy buenos los dibujos y tu reflexión. Quizás ese frasco de agua, sea como las barricas de los vinos en donde se guarda la "madre", que es la que le da cuerpo a ese vino joven. Quizás....
Prodígate más.
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