Muchas veces me doy cuenta lo ignorante que soy respecto de muchas cosas que existen o han existido. Trato de remediarlo dandome una sobredosis absurda de lectura sobre el tema en cuestión.
Y con el atracón se me suele pasar la neurosis.
En este último viaje a Lisboa, del que volví anteayer, me sucedió esto con Helena Vieira da Silva.
Era lo mínimo que podía hacer. He estado alojada en la que fue su casa, por gentileza de Ines Eva y de Eduardo Salavisa. Él fue quien me invitó a impartir un taller de diario gráfico en la casa taller que lleva el nombre de esta mujer. Millón de gracias a los dos.
Y más gracias a todos los asistentes al taller por volver a descubrirme Lisboa.
Y más gracias a todos los asistentes al taller por volver a descubrirme Lisboa.
Vuelvo a casa. Traigo la impresión de que la ciudad, ya sigue teniendo ese carácter añejo de los lugares de siempre. Sigue guardando pequeños tesoros en cada esquina. Me sigue dejando con los pies y la mente cansados de caminar, y de querer seguir caminado. Me sigue pareciendo nueva.
En la sketchcrawl del domingo dibujamos edificios en proceso de restauración. Algunas señoras preguntan si pueden dibujar alguno que no esté en obras. Dicen que los andamios son muy feos. Yo tardo un rato en encontrar un lugar para sentarme. En el momento en que comienzo a retratar a un señor con sombrero se levanta y se va. Maldita ley de Murphy.
La tarde la pasamos dibujando aquí y allá. Vamos a Belem y comemos pasteles. Cenamos comida india. Acabamos viendo libros y cuadernos en casa de Eduardo y Rita. Nos ofrecen tequila directamente importado de Méjico.
Casi solas, temprano en la mañana, Ana y yo dibujamos en el mirador de San Pedro de Alcántara. Tremendo el museo Do Carmo. Un esqueleto enorme abierto al cielo azul. Nos acordamos de Clara y nos hacemos una foto para ella. Luego sentadas en el suelo dibujamos tejados. Comemos bacalao y más pasteles. Pedro viene a recoger a su madre. Me quedo sola.
A la vuelta me pierdo. Compro un cuaderno en un taller de serigrafía y grabado. En la portada pone "DeIxA para AMANhA o que POdES FaZer hoJe". Me gusta la tipografía. Hablo con la chica en portugués inventado. Ella habla conmigo en español inventado. También hace dibujos.
Cuando consigo llegar a la casa miro con interés los dibujos de Helena Vieira que están colgados en las habitaciones. Entre ellos varios carteles de 1974 con un eslogan " A POESIA ESTA NA RUA".
3 comentarios:
Gracias. O obrigado. O obrigracias.
;D
Hala...... que bonita es Lisboa ¡¡¡¡¡
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