Como es natural, hicimos un pequeño hueco para cerveceos, tapeos y terraceos varios. En realidad casi todos los dibujos ya publicados sobre este viaje fueron hechos uniendo obligación y devoción, o mejor dicho, devoción dibujera y devoción etílica. Y solidaridad con los compañeros de la hostelería que tienen que hacer caja, eso también. De arriba a abajo: terraza de nombre olvidado en la plaza de San Andrés (la del pelo rojo es quien te imaginas), Los Patitos en Coria, La Carbonería, y los dos últimos son del Levies, poco que ver con vaqueros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario