En esta fiebre cultural que nos ha dado por consumir museos, el arte oficial como producto de consumo, pasando por Bilbao pues no pude resistirme a la maniobra de sacar el cuaderno y competir con los artilugios digitales que iban centellenado por las diversas salas.
En el Guggenheim tras la consabida cola, me refugie en las celdas de Louise Bourgeois, ella encerraba sus creaciones en jaulas, personalmente me dedique a encerrarlas en las hojas del cuaderno, hasta que una de sus arañas saltó a devorarme.
Huyendo de tanto sufrimiento, acabe en el Museo de Bellas Artes, un espacio mucho más comprensible para mi escaso entendimiento, revisitar los clásicos (que no serían tan clásicos en su momento) como Arteta.
contrastando sus plácidas cabezas bovinas con las equinas de Zuloaga
y encontrarse con sorpresas como una típica gitana de Nonell o el tremendismo de Gustavo de Maeztu, en fin...se ve que lo muy moderno no me termina de convencer.
5 comentarios:
Qué felicidad verte de vuelta por aquí, y más con este lujo de dibujos. Bss
¿de vuelta? pero siempre estoy ahí, disfrutando con vosotros, gracias
He estado de holidays...... ya veo todo lo bueno que me he perdido.
Interesante exposición que yo me perdí, un poco inquietante, como siempre en la Burgois. Buenos dibujos.
gracias por los comentarios, realmente esa señora debía ser bastante inquieta e inquietante (eso lo sigue siendo gracias a su arte).
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