Un poquito de Italia

Estas vacaciones he tenido la suerte de poder escapar unos días a Italia. Viajar en coche te permite irte parando en rincones y pueblecitos que te encuentras en tu camino.
Estos son algunos de los tesoros que descubrimos a lo largo de nuestro recorrido...
En la costa genovesa se esconden algunos pueblos pesqueros en los barrancos, escondidos entre la vegetación, como Santa Margarita :

 Siguiendo la costa genovesa, hay un momento en el que los accesos se van limitando y hay pueblos a los que debes llegar en autobus o en barco, porque literalmente no hay sitio donde aparcar.
Este camino llega a uno de esos pueblos, a Portofino, donde no pudimos parar pero sólo disfrutar del recorrido ya vale la pena. El día gris, la espesura y la humedad del lugar le confieren este  aspecto de paisaje un tanto romántico, donde algunos palacetes quieren asomarse al mar en escarpadas rocas, tratando de esconderse, en parte, entre la vegetación. El ruido del mar agitado y la casi inaccesibilidad facilitan una escapada del resto del mundo.

 Por último, en una zona cercana a la Spezia, quedan totalmente incrustados en los acantilados rocosos, unos cinco pueblos, conocidos como Cinque Terre.

Pudimos llegar sólo a Monterregio, pues el temporal había inhabilitado el camino para llegar a los demás.

Las calles están muy inclinadas y son estrechísimas, formadas por rampas o laberínticas escaleras, las casas están encajadas en las rocas, precioso espectáculo. La gente mayor de aquí está muy curtida, vida en condiciones duras.
Mar agitado, barcas azules y una explosión de color en las fachadas.