miércoles, 23 de enero de 2013

Callejeando

Casi siempre termino mis erráticos paseos desembocando en la calle en la que se encuentra esta casa-fundación. Posiblemente el lugar me atrae por el contraste que ofrece con su entorno. No es usual ver un olivar en medio del casco urbano de Madrid.


Historias sin mas

2 comentarios:

clara dijo...

Mira si está bien esto, que me has traido a la memoria los árboles de Rembrandt... ¡Encaja el piropo!

Juan Calderón dijo...

¡Ja, ja! Gracias, pero ya quisiera yo.

Saludos.