Desde que empecé a dibujar cuadernos de forma más o menos sistemática, no he faltado a la cita con el mercadillo de San Blas. Tengo dibujos de otros años en los que los vendedores salen forrados de ropa porque generalmente hace un frío polar y los puestos se colocan en plena calle, al lado de la iglesia de San Nicolás.
Este año aunque hacia frío no era para tanto y, cuando puede acercarme ,que ya era tarde, la plaza y la calle junto a la iglesia estaban llenas de gente.
No me quedó más remedio que dibujar desde la trastienda de uno de los puestos, porque en la zona de público era imposible.
He tomado nota de los dulces típicos del día que van desapareciendo arrinconados por cosas más modernas y más cosmopolitas. Lo mejor, los animalitos de caramelo rojo : son pegajosos y dificiles de comer, pero tienen un punto de feria antigua muy evocador. Tengo que confesar que , para comérmelos, ......no me gustan.
3 comentarios:
Bien cocido el dibujo y los roscones. Esa gama tan delicada es una delicia. Me imagino que los roscos también. ¡Buen provecho!
¡Artizta! Cómo nos deleitamos.
Esos colores transmiten el frío reinante. Pero lo que más me gusta es cómo has resuelto la mesa : me encanta el mantel a cuadros con delicias encima...
Publicar un comentario