Cuanto se puede dibujar en algunas ciudades y Madrid es una de ellas;
y aunque no pasé el frió de Emily en Lyon, ni de Jose Antonio en Jaca,
me quedé pajarito pintando esa calle Arenal desde un balconcillo del
hotel.
Para compensar, y ya al calorcito, dibujé una tetería en la
calle Isabel la Católica en donde me atrajo su color rojo en las
paredes. Fijaos en uno de los clientes y en la postura de su dedo
corazón, que confío no fuera dirigido hacia mi.
Por último un dibujo rápido en un restaurante de Murcia.
4 comentarios:
Lo que parece es un instrumento muy moro. ¿Ya calentando?
Me estás acostumbrando a mucho bueno, aunque creo que lo vas a superar.
Dibujar con frio siempre es un reto, te obliga a trabajar rápido. En Madrid hace no hace mucho frío, pero cuando te das cuenta te quedas "pajarito".
Me gustan los dibujo de interior
Pues ¡quién lo diría!
El pajarito hizo veladura tras veladura y los interiores son de pincelada precisa y directa. Será que la piensas mucho cuando te llega el narguile ;-)
Publicar un comentario