El muy especializado Reino de las Aves exige para entrar una
acreditación de cualificación convalidada, visado de destreza y un
certificado de zorzales.
No hay aduana para domingueros del papel como yo, pero no
pierdo la esperanza: el Reino de las Aves tiene embajada en el
valenciano palomar de la Plaza de la Virgen y hay un pato cónsul por
cada estanque urbanita, del Parque de Cabecera al Jardín de los Viveros.
Cursaré solicitud ¡nunca mejor dicho! que todo lo que es "en curso" se
opone a lo inmediato, como una vida, como el Ebro...
Viene bien, pero que muy bien, que alguien te recuerde que en
esto del dibujo no todo es parte blanda y capricho visceral de corazón,
retina y pulpejo de los dedos. Viene bien, pero que muy bien, conocer la
vía del hueso, los cartílagos de la veracidad, la dureza de la espera,
la rígida decepción de lo fugaz y la absoluta necesidad de silencio.
No le fue dado conocer el Lenguaje de las Aves al último en
llegar sino al rey Salomón y, aunque el Talmud base su proverbial
sabiduría en ese don, quizá haya que recordar el camino inverso, lo que
acontece tras el estudio y la dedicación. Y valga esto para ambos
géneros que tanto Salomón como Belkis, la reina de
Saba, usaron cada cual su propia abubilla, Yafur y Anfu respectivamente, para
mandarse los más hermosos WhatsApps.
Así de saleroso me ha dejado el curso en la Alfranca, con Juan
Varela. Deliciosa sensación nosabesnada y aquí, amiguito, no valen tus
trucos gráficos. Dibujar y estudiar, preparase para saltar al soto, al
cerro, a la buitrera o la albufera. Tampoco vale esconderse tras la óptica
y, aunque un telescopio Swarovski es cosa maravillosa, se puede
arrancar a simple vista y con un saco de alpiste o con unos viejos
prismáticos de teatro. Pero hay que tener vocación, dedicación y
voluntad.
Os paso mis apuntes del aula, citas, notas, reflexiones y referencias, por si os animáis.
Y por si os desanimáis, mis prácticas de campo y ¡miel sobre
hojuelas! (que no pájaros en la hierba): retraté un hongo del chopo
creyéndolo un milvus migrans ¡jajajajaja!
¡Ya puedo esperar sentado la migrans del milano! Negro, negro lo tengo yo, pero ahora sé dónde hay luz. Como todo, es ponerse y moverse
hacia ella.
Muy, pero que muy agradecido, Juan Varela.
Espacio Alfranca, abril de 2017.
10 comentarios:
Ya lo sentí pero.... para otra. Anda que te has quedado descansadico y que buen trabajo Alfredo.... nos vemos en Mayo.
Delicioso, objetivo y certero...¡como siempre!. No os hice mucho caso, y bien que lo siento, pero no andaba yo muy sobrada de nada.
El primero, también, en compartir, en comprender, en animar a seguir aprendiendo.
Fantástiken!... muêrome de envidia kochina.
Como siempre, certero en tus comentarios cargado de arte y poesía. Gracias, Gabriel!!!
Qué bien aprovechado el curso!
Excelentes apuntes e inmejorable crónica de lo acontecido. Enhorabuena!
Saludos,
Estoy alucinando con tus palabras. Las leo y las releo... Y con tu cuaderno. Lo miro, lo remiro y lo vuelvo a mirar. Eres mucho!
Muchas, muchas gracias, por tu compañía e interés, y a todos los que participaron en el curso. Tus apuntes me los voy a tener que estudiar a fondo. El flamenco es de matrícula de honor.
Que razón tienes como siempre que acertados tus comentarios. Pero como tú dices estamos en el camino y ya vemos la luz, un buena sacudida de vez en cuando viene muy bien, te coloca en el sitio y te espabila que dicen por aquí. Gracias por verlo tan claro, seguiremos adelante.
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