Lo veas como lo veas Belchite es una pena que tenemos todos, ejemplo de lo que no hay que permitir que vuelva a pasar jamás: ni una guerra, ni una destrucción, ni una ruina, ni un abandono, ... Lo único que tiene que volver a pasar es que vayamos más veces a dibujarlo para ser testigos gráficos de un pasado que nunca debiera haber sucedido. Es de reconocer que las ruinas tienen mucho de decadencia hermosa, más bajo la niebla. El rojizo ladrillo cambiable con la luz es tan intrigante y seductor como la historia cruel del lugar. Quieres saber más, ver más, retener más y pensar lo bonito que sería ahora Belchite,...BELCHITE, el único, ni viejo, ni nuevo : Belchite.
Ahora desde casa pienso en Belchite y los puntitos de niebla que nos mojaban los recuerdo como agujitas de pena que me daba pensar en lo vivido y ocurrido. Por un lado te imaginabas la vida cotidiana: las risas, las celebraciones, los hastíos, y por otro: el día fatídico, la muerte, la destrucción, el abandono, la desesperación...
Impactante visita. Jornada estupenda de dibujo en buena compañía.
Ahora desde casa pienso en Belchite y los puntitos de niebla que nos mojaban los recuerdo como agujitas de pena que me daba pensar en lo vivido y ocurrido. Por un lado te imaginabas la vida cotidiana: las risas, las celebraciones, los hastíos, y por otro: el día fatídico, la muerte, la destrucción, el abandono, la desesperación...
Impactante visita. Jornada estupenda de dibujo en buena compañía.
3 comentarios:
Gracias por los dibujos y las palabras, me quedé impactada aunque no es la primera vez que visito Belchite. Niebla y tristeza, menos mal que estábamos juntos!
No se puede menos que compartir tu sentimiento. Yo añado el de agradecimiento por haber organizado este encuentro. Todo era dibujable, poco tiempo, había que impregnarse del lugar, no sólo del chirimiri que nos acompañó. Si repetís ahí estaré.
La compañía, inmejorable. Alto nivel artístico parejo al nivel de calidad humana.
Gracias Marisa por venir...desde Barcelona. Fue un placer. Estábamos contentos, pero se rondaba cerquita la congoja sobrevenida al estar ahí.
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