Vacaciones en el mar 2015

El calor apretaba y no habíamos preparado vacaciones. Huir de Zaragoza era nuestra obsesión. Cádiz era una buena opción, pero atravesar la piel de toro con 42º a la sombra se nos atragantaba. Tampoco es que encontráramos muchas opciones, así que las primeras que nos convencieron era a nuestro querido Cantábrico. Lo conocemos mucho, porque nos gusta, y eso nos tira. La zona de Barreiros en Lugo ya la conocíamos y el apartamento encima del mar apetecía.

Gijón sólo lo conocíamos de paso, y resultó un buen destino, más sin demasiado buen tiempo que invita a callejear, a visitar sitios, tapear, descubrir museos... y agobiarte en una playa abarrotada que se cubre en cada subida y tienes que andar a puntetas para no pisar cabezas. En definitiva, aunque no lo parezca no dibujé mucho e hicimos muchas cosas.

¡Ah!, y me acordé de los maridos que acompañan a la marida a la compra y se quedan dibujando. En este tema lo de la igualdad no funciona mucho. Me quedé plantada dibujando sóla, y tuve que hacer la compra también sóla. Nos nos quejaremos, pequeños sintomas de que ya está harto de tanto cuaderno.

¡Qué envidia los que vivís en la costa!