sábado, 7 de noviembre de 2020

Eduardo

Me despido de  Eduardo Salavisa, querido amigo, con un profundo sentimiento de cariño, de admiración y una pena que me agarra por dentro. De él he aprendido mucho, de su elegante actitud ante la vida y el dibujo, de su honestidad y de su bondad, que en los últimos meses y ante su enfermedad irreversible, mostró más claras que nunca. 

Este retrato fue en una visita que nos hizo en Logroño, en una de las salidas de los pocos cuadernistas que vivimos aquí. Lo ha utilizado en varios de sus libros y eso me llena de orgullo.

 Eduardo ha sido una de las personas que la vida nos regala de vez en cuando.




3 comentarios:

clara dijo...

¡Qué buen dibujo Javier!. ¡Qué solos nos hemos quedado! ¡qué penita tengo!. Cómo me gustaría quedarme un poquito más en esas escaleras delante de la Casa Taller Vieira da Silva viéndolo a través de la ventana feliz, como lo estábamos los demás celebrando el haber cruzado nuestros caminos con el suyo.
La vida es tan hermosa que te regala un amigo y tan pasmosa que va y te lo quita.

Fusy dijo...

Un abrazo Javier.

Marisa Ortun dijo...

Emociona leer lo que decís aquellos que tuvistéis más relación personal con Eduardo. Yo me quedo con el vivo recuerdo de su charla en "DVCC"cuando nos habló de sus viajes y de su concepción del dibujo en cuaderno. Como debutante en ese mundo me ayudó mucho lo que dijo. Hace 3 días todavía publicaba en Instagram sus personajes sentados... Gran pena.