domingo, 25 de noviembre de 2018
Es mi sobrina
Ayer, en el Gran Casino de Logroño, Andrea de Blas dio un recital de jazz, voz y teclado, en apoyo de las mujeres maltratadas. Con aforo completo, un fallo en el equipo de sonido, al que nadie parecía encontrar solución, hizo a los presentes temer lo peor. Pero Andrea no se lo pensó dos veces: se puso a cantar dsin micro y los aparatos acabaron por funcionar. La dulzura de su voz, o su generosidad o, quién sabe, la conjunción de los astros, se encargaron que saliéramos del concierto con ganas de abrazar.
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6 comentarios:
Me gusta mucho, además sería un gran éxito el concierto. Felicidades
Muchas gracias, Antonio. Sí, todos salimos muy emocionados. :)
Compartes tu emoción en el dibujo. Calidad artística familiar.
Preciosos dibujos para una voz también preciosa. ¡Vaya familia de artistas!
¡¿Cómo alguien puede maltratarnos?!. Vivan las mujeres!!!y los hombres buenos.
Preciosos Javier, inspira calma y dulzura. Enhorabuena.
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