Ciudad ignorada, su entorno industrial y contaminante la hacía poco
atractiva hasta que la reconversión y la modernización han puesto de
relieve su bello patrimonio arquitectónico, natural e industrial. Parece
haberse librado de la transformación urbanística de los años 60-70 y
pasear por sus calles es un agradable viaje al pasado con continuas
sorpresas.
Visita de un día con un solo objetivo, dibujar.
Armoniosa plaza del Mercado. Galerías de madera pintadas de blanco, soportales altos con finas columnas de hierro y filigranas.
El emblemático Centro Niemeyer enmarcado en una monumental escultura de
hierro que hay en el muelle (Avda Conde de Guadalhorce).
2 comentarios:
Buen repaso a Aviles. ¡¡ me gusta mucho esa fachada amarilla.
Repaso a completar, quedan muchos rincones.
Gracias Antonio por la visita y el comentario.
¿Conoces la ciudad ?
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