domingo, 5 de junio de 2016

Mazarrón. Primavera de 2016


Este año, la primavera ha sido loca en toda España, en Europa. Aquí, ahora, se nota menos.
No me ducho después del baño, creo que la sopa del mar es un buen alimento para la piel. Pero esta vez me pica el cuerpo. ¿Culpa de los cercanos invernaderos de tomates? Pasan los días  y ya me encuentro normal. Puede que fuera la falta de costumbre.
La sierra de Las Moreras se ve desde cualquier playa de la zona de Bahía; me gusta el poder de esas montañas. Desde el faro, el día es ventoso; plancha el mar y ventila los montes. Me gusta comprar pescado de la bahía, recién traído; hoy había unos deliciosos calamares; su sabor no tiene nada que ver con el que se compra en el interior. Junto a la playa de La Isla quedan restos de lo que fue una zona de procesamieto y carga de mineral para su transporte por mar, ya desde los fenicios; las colinas peladas, salpicadas de ruinas, me resultan muy evocadoras. Hay días que la playa de El Castellar da unos brillantes colores de cielo y mar. Hemos estado en Las alpujarras y visitado el monasterio budista de O Sen Ling; tocas el cielo. Unos pescadores se entretienen con sus cañas mientras empieza dorarse la tarde, en la playa de La Ermita.
Dulces sensaciones que llenan de encanto la estancia en esta parte del Mediterráneo.

Desde la Bañera




3 comentarios:

ANTONIO MAESTRO MAGAZ dijo...

Se ven lindas¡¡¡

Javier de Blas dijo...

Gracias Antonio!

clara dijo...

¡Qué cosa más bonita y delicada. Exquisito dibujo y entrada