Orés de cine de miedo, dibujado

Este fin de semana era el II Festival de Cortos de Miedo en Orés, y como en la edición pasada, me tocó ser Jurado y ahí ya ejercité esto de utilizar el cuaderno para  recordar visualmente y tener más datos para  dar mi voto. El año pasado se proyectaron todos los cortos en la sesión de concurso, y eran demasiados, este año la organización ha hecho una selección previa para hacer más llevadera la jornada y poder
parar cinco minutos cada cuatro cortos. Para mí más cómodo, ya que esos minutos de relax eran los que me servían para realmente repasar mis puntuaciones.

No me voy a repetir en los mismos elogios del pasado festival, pero sí que voy a incidir en los elogios a la organización y a la participación (de los que han participado...), como siempre se echan de menos caras nuevas y personas que debían estar por ahí, aunque sólo fuese para que las dibujara. Siempre se puede hacer una crítica constructiva, y ya que estoy en esta tribuna me tomo la libertad de opinar: ¡Una lástima!:  una buena iniciativa, un gran trabajo, una gran participación, un estupendo entorno,... y con la que está cayendo, que cualquier día nos van a cobrar por pensar, y la cultura va a ser más que un producto de lujo, somos capaces de no disfrutar de algo que nos enriquece y es pretexto para destacar a un pueblecito perdido en el mapa. Esto sí que da un poco de miedo, porque los que estáis al margen y a tantos kilómetros ...lo entiendo, pero los que estaban este fin de semana en el mismo Orés, en la misma comarca, ... ¡Ay esta España que no aprende a tirar todos del mismo carro!. ¡Triste, pero cierto!. Aún así se llenó la sala.

En cuanto los cortos: ¡Geniales!. Difícil valorar, porque el que no destacaba por la historia, destacaba por la fotografía, si no la interpretación, si no por el montaje, si no... muy buen material. No salió ganadora la que  había seleccionado como mi favorita -sólo la voté yo- , sí mi segunda seleccionada.

Así son los concursos.

¿Respecto al cuaderno?. Me preparé previamente unas viñetas, unos fondos, y pillé lo que pude de los cortos. Por la noche pensaba haber dibujado más a los peques con su "truco-trato" y a los disfrazados. Seguí un poco la ronda por el pueblo en la que se leía un relato "La maldición", pero mi cansancio acumulado y la flojera que llevo desde hace unos días, no me dejó darle a la línea y opté por darle a las cañas. Me recogí prontito según el vecindario y me quedaron fondos preparados para otra buena ocasión.

 Al día siguiente repasé un poco los dibujos, más que nada toques de color. y me eché un vermut y un dibujo con los amigos y la familia.

De vuelta a casa, con ganas de que llegue el III.