En Orés, para ser un pueblecito pequeño hay mucha ganas de pasarlo bien. Hay excusas programadas, fijas en el calendario, para no perder ese buen talante. En este caso La Asociación Cultural La Charata, de la cual soy socia, con ánimo de no perder las buenas constumbres organizó la fiesta de la Matacía, en la que unos se dedican a mondonguear y otros a entretener y enseñar a los peques.
Pero por la noche, todos salimos a la calle acompañando la ronda. Este año, ronda baturra.
2 comentarios:
La ronda de noche de rembrandt se queda en pañales, chica...
Hay tachuntarara, hay tachuntarara hay tachuntarara hay
tachuntara.
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