Hola
a todos,
Ahora
que ya hemos regresado a nuestros respectivos sitios, quehaceres y
descansos, y los asuntos del curso ya están más o menos atados, he
decidido mandaros unas letras de agradecimiento -ya que el cierre del
curso fue un poco precipitado- por haberos animado a inscribiros y
hacer posible esta edición. A pesar del calor en Zaragoza, lo habéis
dado todo compartiendo dibujo y buen ánimo.
Una
de las razones por las que decidí que las mujeres fuéramos las
protagonistas de este evento fue la de que todas y todos nos diéramos
cuenta de las capacidades que tenemos y de que, cuando nos dejan y
nos ponemos, podemos hacer lo que nos de la gana y hacerlo bien. Yo
me dí cuenta de ello cuando, en septiembre, la Embajada Española en
Marruecos me invitó a Rabat y a Casablanca para que impartiera unos
talleres de dibujo y contara qué es eso de De Vuelta Con el Cuaderno
y hablara de su trayectoria. Lo presenté como lo hubiera presentado
en cualquier otro lugar, no fui consciente de lo que para los demás
en Marruecos pudiera representar mi persona como mujer entrada en
años, con familia y trabajo. No fui consciente, ni fue intencionado
mi tono y manera de hablar cuando con toda la naturalidad del mundo
expresé las bondades y energías que nos aportaba el cuaderno:
Espacio
personal, propio, de
expresión y de creación.
Diario
íntimo y taller portátil.
Llave
para acudir y dibujar espacios normalmente no abiertos al público.
Compañero
de andaduras, aventuras y reflexiones.
Mejor
maestro para ver cómo aprender y evolucionar.
Objeto
de deseo.
Propiedad
personal e intransferible.
....
Ni
fue intencionado que, con la mayor normalidad del mundo, al ir a dar
un taller en Casablanca al aire libre, dijera que íbamos a tomar la
calle. Íbamos a tomar el espacio público como espacio creativo. Con
toda la normalidad del mundo propuse sentarnos en una terraza y
dibujar la avenida que veíamos. El personal, la mayoría mujeres
marroquíes (con y sin pañuelo), y españoles e Italianos de las
embajadas, se miraba extrañado, y yo pensé que no me había hecho
entender. Repetí e insistí. Recoloqué mesas y sillas de la terraza
para que se sentaran. Se sentaron los chicos, y las chicas, con
risitas y comentarios pero dubitativas, hicieron lo propio. Se
pusieron a dibujar y yo me senté cuando todos ya estaban dibujando.
Revisé el panorama y me dí cuenta de la situación que sin
pretenderlo había provocado. Detrás de nosotros, todo hombres
sentados observándonos, mirándome con extrañeza y disconformidad.
Y es que, sin darme cuenta, había invitado a las mujeres a sentarse
en un espacio público sólo destinado a hombres que se dedican a
mirar a los (las) viandantes, privilegio exclusivo masculino. De los
allí presentes algunos se levantaban con curiosidad para comprobar
lo que hacíamos, sorprendiéndose gratamente.
Los
dibujos avanzaban y las caras de alegría y satisfacción aumentaban.
Llamé al personal para exponer los dibujos, extenderlos en el suelo
y comentarlos. Tomamos literalmente la calle , cortando el paso con
unos papeles en el suelo que interrumpían el tránsito y el ritmo de
los paseantes. Se paraban, miraban, alababan e incluso alguno se los
quiso llevar, otros preguntaron el precio… Marruecos.
Acabamos
el taller y las caras de orgullo y alegría desbordaban las sonrisas
de todos. Las chicas se me acercaron y una me dio las gracias en
nombre de todas. Me explicó que para algunas era la primera vez que
se sentaban en una terraza, y que por primera vez no habían sido
observadas por su condición de mujeres sino de dibujantes, y no las
habían examinado lascivamente sino que las habían respetado por su
creatividad, e incluso alabado. El cuaderno les había dado licencia
para ocupar un espacio que les estaba restringido, y les permitía
poder observar detenidamente el mundo que ocupamos. Vi como
sostenían el cuaderno entre mano y pecho, amorosa y fuertemente,
como si de un tesoro o talismán se tratase.
Al
cabo de los días recibí por e-mail varios mensajes de
agradecimiento. Me comentaban que habían hecho un grupo para salir a
dibujar, y sentí que algo les había aportado. El cuaderno siembra.
Con
experiencias así adquiere sentido el lema que originó estos cursos
: La Revuelta de los Cuadernos.
El
dibujar en convivencia para nosotros es algo habitual, fácil y
divertido. En otros lugares, sobre todo para las mujeres, no es tan
fácil, y mucho menos habitual. Un actividad tan sencilla como
dibujar y proteger ese dibujo en dos tapas puede hacer sentirse bien
y dignificar a una persona. Darle voz y sentimiento. Alentarla a
crear y saber que quedan hojas en blanco para rellenarlas. Esperanza
de superación y de construcción de algo propio. Suyo. No de su
padre, marido, familia...
Por
eso creo que el cuaderno no es sólo es un espacio creativo sino,
como ya dijo Gabriel Celaya sobre la poesía, un arma
cargada de futuro.
Estos
días hemos construido muy buenos ratos. Hemos convivido y hemos
hecho muchas cosas con la excusa de dibujar. No ha venido la prensa,
no hemos salido en los medios, cosa que nunca me ha importado excepto
si pienso en que en muchos lugares nos observan a través de las
pantallas donde lo que sí que ven y llega es: Coca Cola,
fútbol, lujo, “libertad”,… Ojalá les llegase que una mujer
puede ir a un cabaret a divertirse, a dibujar, a dar una conferencia.
A cantar magistralmente jazz. Ser viñetista, pintora, colorista,
diseñadora, presidenta de una asociación de ilustradores o de otra
de dibujantes. A comerse el mundo, dibujarlo o montar un curso de
dibujo para demostrar que el dibujo vale más de lo que parece. Y no
veas, todo lo que valen LAS MUJERES de todo el mundo mundial.
Un
abrazo cargado de afecto
Clara
Como estamos en un blog de dibujo en cuaderno, ilustro la entrada con mis dibujos en la última manifestación a la que acudí a manifestar mi repulsa en frente de la Audiencia en contra del fallo judicial otorgando libertad provisional a "La Manada"
5 comentarios:
Obrigada Marta! Gostei tanto do que escreveste! Numa altura em que tudo é uma oportunidade de negócio esta tua maneira de olhar para além disso me agrada muito! Abraços!
!!!Con mujeres como tú el futuro está asegurado !!! Cuánto te debemos y cuánto se agradece tu entusiasmo y buen hacer artístico y organizativo. En recuerdo de los encuentros a los que asistí, pocos pero intensos y memorables.
!!Que bonito Clara....sentido y bien expresado...te doy la razón en todo y sobre todo en el bien que nos hace a todos dibujar en elcuaderno....nuestro amigo que nos acompaña siempre y no nos falla nunca.
Encantada con tu entrada, querida Clara.
Si lo habías comentado lo de Marruecos al preguntarte como te fue, pero me impacta el volver a leerlo y si darte la razón " es una revolución y pacifica", te tiene que satisfacer en estas ocasiones el llevar de bandera el cuaderno..felicitaciones por hacer y compartir.
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