Los ríos tienen recuerdos.
Nos lo contó Alberto, el guía que nos acompañó el domingo en el recorrido por La Alfranca.
Al Ebro le gusta culebrear y tuvo otros cauces.
De esos otros cauces, que fueron, quedan huellas.
Huellas de agua. Se llaman galachos.
Los galachos de la Alfranca con un tesoro que debemos cuidar entre todos.
Palacio de los marqueses de Ayerbe
Balsa del Cascarro
Madroños
Tajadera
Casa palacio del Barón de Guiarreal en Pastriz
2 comentarios:
Muy bonitos Ester, ya veo que aprovechaste la explicación. :-)
Qué domingo tan agradable! Cuando llegué a casa terminé el de la balsa. Ni podía dejar de dibujar!
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