Mi novio se ha comprado un Porsche, y es el segundo coche clásico de la familia, así que Herbie ya no se sentirá tan solo. Tampoco me voy a quejar, mientras me de unos paseos en él.
Y ahora con Julio podemos hacer quedadas de coches clásicos alemanes, ¿verdad?
2 comentarios:
¡Qué chulos!. Nunca pensé que la primavera la gasolina altera. Nosotros nos hemos pillado otro alemán, pero no tan clásico una T5 (nuestra: Limoncella Bollitos).
"El mundo diburodando o De ruedas con el cuaderno"
Jojojo, que lástima de T5! ojalá la hubiese conocido. Se van uniendo coches al encuentro de alemaños.
Publicar un comentario