Iban a ser dos super cuadernos (manufactura Choni), en una súper caja. Pero al final sólo fue uno y el segundo lo guardamos para lo que nos aventure el futuro.
Toda una agotadora experiencia el dibujar un acontecimiento familiar que te es cercano y te emociona. Con un público que te conoce de siempre, menos de loca de los cuadernos, y que de alguna manera violas su intimidad y su espacio. Podían tomárselo de muchas maneras, pero sé lo tomaron de la mejor posible. Todo el mundo sorprendido pero respetuoso y servicial para facilitarme la estresante tarea de perseguir a los novios y reflejar en una crónica gráfica personal y exclusiva una boda que fue un lujo en todos los sentidos: Emotiva, divertida, exquisita, abundante, interminable, ...y que me dió para mantenerme a pie de trazo durante 14 horas seguidas y alguna más en la víspera y en el día siguiente.
Un vértigo desde el primer momento porque es mucho compromiso. Quieres agradar y sorprender con tu regalo pero no sabes lo que va a salir. A todo esto sumar la presión que os comentaba, ...
...¿quién dijo miedo?...
Mi lema era: lo que salga, saldrá...
Enhorabuena a los novios. ¡Felices siempre!.
Disculpad las imágenes y el no acercaros la súper caja y cuadernos de Choni, pero no lo tuve en cuenta antes y no hice más fotos que estas.
2 comentarios:
Pues sea como fuese ha salido COCONUJO Felicidades a ambos, los novios y a la dibujanta...
Hay que tener.....para ponerse a dibujar una boda!! Me parece un acto de maravillosa irresponsabilidad, ja,ja,ja... Estoy seguro que para los novios siempre sera un recuerdo muy especial, diferente y sobre todo original. Mi mas sincero reconocimiento ¡si señora con dos!
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