Sendero pintado. Teresa de Cofrentes

He probado una vez más a atar pasiones, aficiones o, tal vez, vicios. He intentado caminar y dibujar al mismo tiempo el monte del Valle de Ayora. He enganchado lo aprendido con Josia, en su blog Dextranjis, a la lección ferroviaria de Jorge Arranz durante el VI Curso De Vuelta con el Cuaderno.

José María Sánchez me brindó el modo de preparar el cuaderno y la ruta a seguir, en esta magnífica entrada de su Camino de Santiago. Al día siguiente me fui al sendero con el bolígrafo listo para esbozar paisaje, rápido y escueto, tal  y como me enseñó Jorge Arranz a hacer desde un tren.

El color vino después, como en la estación de destino, como en Alhama, pero llamado por cada esbozo y por un recuerdo sorprendentemente vívido de cada momento.

Volveré a intentarlo, probablemente en solitario; que mi paciente hermano, compañero de senda y Club de Montaña, ya ha superado con nota mi prueba a su paciencia.