Esto son un par de dobles páginas de mi cuaderno de garabatos, el que uso todos los días, casi no saco a la calle y no tiene ni un dibujo del natural (como no sea de la tele), tan sólo bocetos de trabajo, experimentos y zarandajas varias. Como por ejemplo esta serie de imágenes recordadas de la casa de mis abuelos, en la Colonia de Mahou (o "del Mahou", como solían llamarla sus habitantes), un sitio que frecuenté mucho en épocas remotas y que fue derribado completamente en los primeros ochenta para construir bloques de pisos.
La semana pasada le mostré estas páginas a mi padre y las reconoció inmediatamente. Empezó a hacerme alguna corrección pero luego cayó en la cuenta de que mientras mis recuerdos son de los años '70, los suyos habían quedado fijados incluso 20 años antes, en la época anterior a mi nacimiento y a algunas reformas que yo conocí ya realizadas. Luego fue reconstruyendo todo mientras se maravillaba por no haber conservado en su memoria las imágenes más recientes sino otras mucho más remotas.
La semana pasada le mostré estas páginas a mi padre y las reconoció inmediatamente. Empezó a hacerme alguna corrección pero luego cayó en la cuenta de que mientras mis recuerdos son de los años '70, los suyos habían quedado fijados incluso 20 años antes, en la época anterior a mi nacimiento y a algunas reformas que yo conocí ya realizadas. Luego fue reconstruyendo todo mientras se maravillaba por no haber conservado en su memoria las imágenes más recientes sino otras mucho más remotas.
4 comentarios:
Claro que existen, Miguel. Nuestra memoria es privilegiada a la hora de pasar o volver por algún sitio en donde hemos dejado algo de nuestra niñez o juventud, y que hoy por las razones que fuesen ya no está, pero si lo vivió y con solo cerrar los ojos puede oir los mismos ruidos de cuando habitaba ese lugar.... y te lo digo por propia experiencia en varios sitios en donde me ha pasado. Claro otra cosa es como lo dibujas tú, un privilegio, Saludos ¡¡
La memoria reconstruye. Los pequeños detalles delatan nuestra forma de ver. Estas páginas parecen unos versos. No se necesita tanto tiempo. Tienes un don. Gracias.
Cuadernos con encanto, tienes duende Maestro...
Gracias, Antonio, gracias, Clara.
José María, eres uno de mis maestros, por lo que dibujas y por lo que escribes, no sé si te lo había dicho.
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