miércoles, 17 de febrero de 2010

Antes de que las polillas se enamoren

He maquillado un poco alguno de los dibujos del maratón de Madrid

para sacarlos a pasear antes de que las polillas se enamoren.



Treinta de enero. En la puerta del Mercado -así lo llaman- de San Miguel. Momento del encuentro con amigos, cadenas de televisión, compañeros de viaje reales y virtuales, locutores de radio, dibujantes urbanos y rurales, genios y malosgenios. 



Dócil y encantada me apunto a ir a dibujar la casa en la que Miguel Hernández se reunía con los escritores de no estaba claro qué generación -¿la del 36? ¿la del 27?-. Lo cierto es que nadie sabía cuál era la poética casa -¿la que tenía la placa de María Zambrano? ¿la del vecino de enfrente?- pero poco importaba, la plaza era agradable y se podía elegir sol.



Plaza de los Dóciles (antiguamente del Conde de Barajas).



Un merecido descanso antes de ir a comer. Vermut en la Plaza Mayor. Rubén junto a una periodista muy simpática a la que no conocíamos y a la que no le gustó nada mi dibujo (y eso que todavía no lo había empeorado al intentar maquillarlo).



Silvia, ajena a plazas, poemas, dibujos y vermut, duerme plácidamente, dibujada en su carro.



Todavía en la terraza de la Plaza Mayor. A la izquierda, Javier de Blas (o algo así). Junto a él, Amparo, uno de los descubrimientos de la jornada, divertida, sorprendente y con mucho sentido del humor (no se enfadó al ver el retrato).



En la comida quise hacer algún dibujo, pero estaba sentada entre Flores y Arranz. Rodeada de monstruos. La presión me llevó a esto.



Desde la azotea del Círculo de Bellas Artes.



Siete y media de la tarde. Cafetería del Círculo de Bellas Artes.



Por último, la cena. Apenas he podido salvar algún dibujo (le echaré la culpa a la cerveza).

Si supiera, te lo diría en sueco: ¡Perdón, María! (Toño está más acostumbrado).

9 comentarios:

4ojos dijo...

¿Maquillados?

clara dijo...

Soy una polilla.

Rubén dijo...

Si los retratos de los amigos son buenos, los comentarios de la gentil Helena son un verdadero disfrute...

arranz dijo...

Ha sido un placer conocerte y disfruto con tu sentido del humor (ya me di cuenta durante la comida).

Galeota dijo...

Uma verdadeira saga ilustrada.

Javier de Blas dijo...

Encantadores como siempre. Mi preferido, el techo del Círculo, con sus lamparonas, su reloj, su columnita dórica con esas volutas rechonchonas, la lamparita de velas y todas las cabecitas...Delicioso!

Fouad Dakhouch dijo...

Estupendos los del circulo.
Y me troncho con la cara de quien está detrás de Lapin.

Maria Björnberg dijo...

Cuando se empieza de oir sobre una persona, no le deja. Miguel Hernández, Generación de 27. Fui a ua noche con recitas u música de su poesía.. fue interesante, como tus dibujos.. :)

& allí estoy! Hay mucho índole y carácter en los retratos!

amparo dijo...

Hay que ver lo que me has descubierto de las identidades ocultas de los compañeros de mesa. Los retratos se funden con los autorretratos, siempre.