Ya queda lejos el verano, y aún no ha acabado. Vuelvo a la rutina, al hogar, y recuerdo las horas, días, semanas, meses de encierro. Vuelvo a mirar por la ventana de esos días y hay cosas que cambian, y otras no. Lo que sí ha cambiado es mi manera de mirar el paisaje, lo de fuera. El confinamiento me ha estampado los ojos en las ventanas y aun cuando se puede salir, y pasear, me recluyo tras el cristal. Este verano he vuelto a dibujar #Orés, pero a través de la ventana, o en la terraza. Creo que el miedo nos ha calado. En los dibujos quizá hay más silencios y tiempo que en los de otros veranos.
Este es de los pocos dibujados en la calle, calle
6 comentarios:
Me parece magnífico.
Saludos.
Gracias
Gracias Clara, entiendo tu temor porque se parece al mío, pero yo no se plasmar lo que veo y en este tiempo ni siquiera me ha apetecido coger un lápiz, ni un pincel, ni...
Tus dibujos son casi estremecedores
Orés, Orés... Cuando vuelvan a ser posibles las fiestas habrá que hacer allí una ronda a la antigua ;) Precioso, como siempre!
Es difícil volver. Parece que todo ha dejado de tener importancia.Me gustan tus acuarelas. Un saludo Clara.
Gracias a todos, Josia se intenta, se reinventa, se reintenta.
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