Si hacéis una visita a Zaragoza no dejéis de tomaros un café en este histórico café, lo más curioso es que aunque parece un local que bien pudiese estar en Praga o Budapset, su historia y arte en sus instalaciones proceden del negocio de joyería que desde 1885 hubo en él. Es bien del patrimonio Aragonés y una gozada saborear un té o café en su interior.
1 comentario:
¡Qué bonito! Sí que luce centro europeo, sí... menos mal que las lámparas son jamoneras ;-) ¡Te veo al caloret, Antonio!
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