Con Javier Muñoz en La Alameda, Sevilla. Retrato de él. Alentejo: Detalles de La Mina de S. Antonio,
comensales en Estremoz, parroquiano en Beja.
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Después de Reyes, Charo, Frida y yo fuimos a Sevilla a despedir a nuestro ahijado Javier, que se volvía a continuar su beca en NY. Regresamos por El Alentejo, del que tan bien nos habían hablado los portugueses. Y no nos defraudó, aunque tuvimos que acortar el viaje porque al tercer día empezaba un temporal que nos hizo cruzar Cáceres y Burgos bien salpicados de nieve.
Mértola y la Mina de San Antonio son especialmente
atractivas porque conservan el sentido de lo pequeño íntimo y cuidado y una
marcada y bien conservada personalidad, cada cual en su estilo. Serpa tampoco pierde
interés, pero no me dio tiempo ni a un pequeño apunte. Ciudades más grandes
como Beja y Estremoz, aun siendo de admirar, no nos impresionaron tanto.
2 comentarios:
Maestro, son magníficos. ¡qué arte el tuyo!
Y ese aliento tuyo, que no cesa... Muchas gracias Clara.
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