He crecido rodeado de palmeras. En el paisaje plano que forma la huerta de Valencia es impresionante ver elevarse su solitaria silueta con más de 20 metros de altura en algunos casos.
Agricultores que fueron reclutados para la guerra de Cuba, a su vuelta, plantaron una palmera en su huerto en recuerdo de la isla.
Desgraciadamente a causa de la plaga del picudo rojo están desapareciendo, siendo cada vez más difícil encontrarse con paisajes como este.
3 comentarios:
Se nota que es tu mundo desde siempre. Rezuma alegría, felicidad y plenitud. Bravo
Bonito dentro. Gracias por sacarlo fuera.
Triste historia con colores ¡PRECIOSOS!
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