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El otro día, el cuaderno me hizo ver otra faceta que hasta ahora no había percibido. La semana pasada tuve reunión de vecinos, -¡sí! como lo oís. Pero hasta acudir a ella y tras salir del trabajo con un poco de tiempo, me pregunté a dónde podría ir a dibujar. Por cercanía al sitio en donde se iba a celebrar la reunión, me decanté por los Pinares de Venecia. Igual hacía 30 años que no estaba allí de la manera en que estuve esa tarde. El cuaderno me enseño que además de captar el presente de ese día, me ayudó a rememorar y revivir mi pasado.
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El resto está escrito en el cuaderno.
Buena Cortesía
5 comentarios:
No conozco esa zona, pero el dibujo es muy evocador...
Fernando, hace un par de semana me perdía por ahí y pensé lo bonito y veraniego que estaba el ambiente. Esta ciudad de cal y arena me tiene siempre en un ¡Ay!. A veces tan bonita y amable, y a veces tan echada a perder... Nos quedan los recuerdos, y el ánimo de que nos dejen algo en pie para recordar y que nos recuerden. Evocador dibujo.
Sabes para qué sirven estos lugares nostálgicos? Pues para, al igual que tu abuelo, sentarte en un banco y en su caso fumarse un pitillo y en el tuyo hacer este dibujo que te trae recuerdos nostálgicos.
Quizás, un día, tus hijos o nietos también lo hagan!
Se acordarán cómo el loco de su padre o abuelo, se ponía a dibujar!
Un abrazo.
Ahí, ahí, lo tienes bien marcado, lo mismo que me paso a mí cuando hice lo de Zaragoza en la cale del Temple... San Felipe... Torrenueva... y otras tantas lo que pasa es que por esas calles paso muy a menudo, no como tú que en 30 años casi no te acercaste por los pinares, se ve que eres buena gente... vamos lo digo por que como estaba la carcel de torrero por allí..... jejejejejeje
Y que luego digan que las reuniones de vecinos no valen para nada.
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